Nadie funda YUNGL League
Solo la nombramos.
Porque cada vez que el juego se detiene, alguien vuelve a encenderlo.
No somos una Institución ni una promesa: somos la continuación de un impulso antiguo, la voluntad de medirnos incluso cuando no hay recompensa.

Competir no es ganar.
Es recordarle al mundo que seguimos vivos.
YUNGL no pertenece a nadie, porque pertenece a todos los que creen que la perfección puede rozarse, aunque nunca alcanzarse.